lunes, 23 de diciembre de 2013

Penalizar el aborto es una forma de machismo

Ocurre a menudo que observamos los acontecimientos como cosas aisladas, sin tener en cuenta el entorno en el que se producen. Pareciera que las políticas del gobierno, por ejemplo, deben ser estudiadas sin tener en cuenta la sociedad en la que se aplican. Esto ocurre con la nueva ley contra el aborto, que básicamente permitirá abortar únicamente en casos de violación o de peligro para la salud de la embarazada. Un retroceso histórico que muchos creen que se debe a que tenemos un Gobierno malvado y que nada tiene que ver con nuestro entorno cultural y social.

En este artículo pretendo mostrar precisamente lo contrario: que la nueva ley no es producto de un mal gobierno sino de una cultura profundamente machista. ¿En qué sentido la nueva ley es machista? Simplificando mucho, podemos distinguir tres aspectos de la penalización del aborto que son claramente machistas: el control sobre el cuerpo de las mujeres, el hecho de presentar a las mujeres como seres incapaces de decidir y la aceptación de que la maternidad es un destino natural de las mujeres.

Finalmente, hablaré de la excusa que suelen poner los antiabortistas para justificar su posición: la supuesta defensa de la vida del no nato.

      1. Control sobre el cuerpo de las mujeres

Prohibir a una mujer abortar es, en cierto sentido, una forma de controlar su cuerpo. El machismo no acepta algo tan simple y humano como que el cuerpo de las mujeres les pertenece a ellas y no a la opinión pública o a los hombres. Esto no solo se materializa en la ley de la que hablamos, sino también en el intento de que las mujeres vistan de cierto modo (presente en el machismo musulmán, pero también en occidente) o que lleven a cabo una cierta sexualidad. 

Cuando las mujeres deciden que su cuerpo es suyo, que pueden abortar si les da la gana, que pueden vestirse como quieran o que pueden tener la vida sexual que les apetezca, salta la alarma machista. Porque una de las bases del machismo es el control sobre la mujer, algo que no se le escapa a nadie. Los sistemas patriarcales (es decir, los sistemas en los que manda el hombre) han preparado toda una batería de insultos y de denigraciones contra las mujeres que controlan su propio cuerpo, que el lector sin duda conoce y habrá empleado en muchas ocasiones (zorra, puta, guarra...).

     2. Presenta a las mujeres como menores de edad sin capacidad de decidir

Otra de las características fundamentales del machismo es presentar a las mujeres como incapacitadas para tomar ciertas decisiones. Al parecer no son seres humanos iguales que los hombres, sino que suelen pecar de inmaduras y emotivas en exceso. Esto se materializa en la penalización del aborto, pero también lo podemos ver en experiencias pasadas como el sufragio censitario o la prohibición de que las mujeres ejerzan como jueces.

Además de penalizar el aborto, los supuestos en los que si es posible (por violación o por riesgo para la salud de la embarazada) están subordinados a las decisiones de profesiones mayoritariamente masculinas (psiquiatras, policías, doctores...). De nuevo vemos como las mujeres son incapaces para decidir por ellas mismas y necesitan de la opinión o de la autorización de autoridades masculinas. El machismo nos presenta al género femenino como un grupo de menores de edad sin capacidad para ser responsables de sus propios actos.

     3. Asume que la maternidad es un destino natural de las mujeres

Por último, hay que aclarar que la penalización del aborto y la criminalización de las mujeres que abortan es fruto de una concepción machista que ve a la mujer como una máquina de hacer niños. Es una concepción presente en la actualidad, pero sobretodo en experiencias pasadas, destacando muy claramente entre ellas el nazismo.

Así, se dice que cuando una mujer se hace mayor "se le está pasando el arroz", como para advertirla de que debe darse prisa si quiere tener hijos. Como si tener hijos fuese su obligación. Muchas mujeres son interrogadas al respecto de su maternidad, algo que no ocurre con los hombres. Es raro que a un tío le pregunten si tiene pensado tener hijos, o en todo caso es menos frecuente.

¿Estar contra el aborto es realmente una defensa de la vida?
En el ordenamiento jurídico español no se admite que el concebido pero no nacido sea una persona. Por lo tanto, como no es un ser humano, no tiene derecho a la vida y es perfectamente legítimo que sea abortado. El concebido no es un ser humano, no es una persona, es un proyecto de persona si se quiere, un futuro humano. Esto lo admite en general la comunidad médica y científica.

Sin embargo los antiabortistas aseguran que ellos están contra el aborto porque este atenta contra la vida. Dicen que ellos no tienen nada en contra de los derechos de la mujer, que simplemente defienden los derechos del bebé (del concebido, quiero decir). Pero en ese caso, ¿cómo explicar que sí acepten, en general, el aborto en caso de violación? Siguiendo sus premisas, eso también sería asesinato. Y sin embargo pocos miserables (no hay otra forma de llamarles) se atreven a negar el aborto en caso de violación.

Aquí debo introducir un concepto del filósofo alemán Erich Fromm: la racionalización del inconsciente. Pese a que el término puede parecer complicado la explicación es sencilla. Lo que dice Fromm es que a menudo justificamos pensamientos inconscientes con razones lógicas. Es decir, aunque no nos damos cuenta (o no queremos darnos cuenta) tenemos ciertos pensamientos de los cuales no somos conscientes, y que pueden materializarse mediante razones aparentemente coherentes. Me atrevo a especular que esto es lo que les ocurre a los antiabortistas. Ellos, inconscientemente, consideran que la mujer no tiene derecho a decidir sobre su embarazo (lo cual es perfectamente normal en una sociedad machista). Pero este pensamiento es políticamente incorrecto y está muy mal visto hoy en día y por lo tanto lo que hacen es camuflarlo, darle otros motivos. Y esos motivos no son otros que la vida del concebido.

Solo así podemos entender, en mi opinión, la supuesta defensa de la vida de la que tanto nos hablan los que niegan a la mujer el derecho a decidir.

9 comentarios:

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  2. Me parece ridículo el intento de reducir el aborto a una herramienta de opresión a la mujer. Las mismas razones contra la mujer por las que según tú se justifica la prohibición del aborto –el control del cuerpo de la mujer, la capacidad de decisión de la mujer o la maternidad– justificarían también la prohibición del DIU, ¿no? Y no hay ningún debate respecto al DIU y nadie se escandaliza por su utilización.

    Y es que estás ignorando completamente el tema central del aborto, el tema que lo diferencia de todos los demás: el derecho a la vida —o no— del feto. Una cuestión que tú despachas de una manera horrible: La comunidad médica y científica «admite» —aunque no aportas ninguna prueba de ello— que un feto humano no es un ser humano y por tanto es «perfectamente legítimo» matarle. ¿Todo lo que la comunidad médica no considere humano es perfectamente legítimo matarlo? Joder, creo que no hace falta explicar que el debate del aborto es muchísimo más sutil que eso.

    Lo dicho, que reducir el aborto a un tema de opresión de la mujer, apartando por completo el tema de la vida del feto, es simplemente ridículo. Y el psicoanálisis que le realizas a los pro-vida para llegar a la conclusión de que a ellos realmente les da igual el feto, que ellos simplemente quieren que la mujer no decida sobre su embarazo, es de una arrogancia supina e igualmente ridículo. En eso caso habría las mismas razones para prohibir el DIU o la píldora del día de después.

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  3. Siempre que tenemos problemas graves, nos despistan con absurdas y casposas leyes. Aquí el problema es claro: A nadie le importa ni la vida humana ni las mujeres (¿acaso no han acabado con leyes de dependencia, cortado el dinero a ayudas familiares, educativas, sociales...?). Lo que importa es tenernos ocupados en eso para que no pensemos en aquello. Como si fuera posible. Es obvio, tal y como está todo, dedicar ni un gramo de esfuerzo de los legisladores en eso es infame y obsceno. Aquí no hecen falta leyes de aborto, hacen falta leyes que protejan de verdad al ciudadano. Pero como eso no saben hecerlo, provocan cortinas de humo...

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  5. Primero dejar claro que estoy totalmente en contra de esta nueva ley del aborto, y que creo que la mujer tiene derecho a decidir si quiere interrumpir su embarazo , siempre y cuando esa persona no nata que lleva en su interior no haya llegado a desarrolar una consciencia.
    Dicho esto, el resto de esta disertación me parece una soberana tontería de una persona que en su obsesión por denunciar la supuesta opresión machista que sufre la mujer es capaz de desfigurar cualquier argumento para atacar al genero masculino.

    1º amigo mio, a una mujer se le dice que se le pasa el arroz , porque de hecho su vida fertil es limitada, y llega un punto en el que no puede tener hijos(si es que quisiera tenerlos) , no es un insulto sino una realidad.

    2º: Entre los grupos antiabortistas podras ver tanto mujeres como hombres, ya que el problema es etico/religioso, no una conspiración de la cúpula machista que intenta doblegar a la mujer, como tu quieres hacernos ver
    3º: ha día de hoy mas del 50% de l@s universitari@s son mujeres,si esos futuros medicos y psiquiatras, o medicas y psiquiatras mejor dicho, asi que el atribuir ese requisito al "ansia machista por el control de la mujer" me parece simplemente una memez

    Puedes decir que la nueva ley esta dictada por la iglesia, y lo admitiria, puedes decir que es retrograda, o que supedita las decisiones que la mujer tome sobre su cuerpo a la aprobación social, y digo SOCIAL y no masculina, pero todo este "analisis" que has hecho me hace pensar que aunque en el sentido contrario eres tan estrecho de mente como la gente que ha redactado esta ley.

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    1. El que haya mujeres no quiere decir que no sea machista, por esa regla de tres el régimen franquista no era machista porque había muchas mujeres que estaban en la sección femenina. Se puede ser machista siendo mujer al igual que se puede ser feminista siendo hombre. Esas cosas pasan, en la india estaban los zipayos por ejemplo.

      Segundo, la expresión se te pasa el arroz no es neutra, no existe el lenguaje neutral amigo mío, Se te pasa el arroz es búscate un hombre, ten un hijo, presuponiendo que el fin de toda mujer es la maternidad, que sin esta maternidad su vida no estará completa. Mujer-reproductora.

      El patriarcado no es una anécdota ni una casualidad y tiene su origen en la división del trabajo y en la asignación meramente reproductora de la mujer para que produzca más campesinos y soldados para defender al tierra de los recién pueblos asentados. Y no es casual, que en tiempos de crisis, de represión legal y policial, aumente la represión sobre el cuerpo de la mujer.

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  7. S, respecto al debate sobre el momento en que consideramos que un feto es un ser vivo, yo estoy en contra del aborto teniendo en cuenta su complejidad:

    http://elblogdejohncoffey.blogspot.com.es/2013/12/derecho-decidir-o-derecho-la-vida.html

    Alejandro, no es que los hombres dominen consciente e intencionadamente a las mujeres, sencillamente es nuestra cultura la que hace que el hombre esté en una posición superior. Igual que esa cultura afecta a los hombres, afecta a las mujeres. Existen muchas que dicen que la función de la mujer es ser esposa y madre.

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    1. Si estás en contra del aborto, recuerda: lo único peor al aborto legal es el aborto clandestino. Si hay aborto legal, se aseguran las condiciones suficientes para que viva la mujer. Si no, no se puede garantizar la vida de la mujer. Que abortar va a seguir abortando.

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